martes, 8 de noviembre de 2011

" La estación "

Volví otra vez, como cada año
otro 20 de Octubre en la estación,
como nos prometimos,
ó, tal vez no fuera promesa, solo deseo
esperanza de que así fuera,
al despedirnos.

Han pasado los años y aquí vuelvo,
no sé porque...si nunca te he encontrado,
y veo la estación que nos recuerda,
y más vieja la veo, como yo más viejo.

Solo manchas de hollín, polvo y herrumbre,
pero aquí me siento protegido,
una piedra más, entre las piedras...
la gente pasa y no me vé, niebla me cubre.

Siento el latir de las cosas, a mi lado,
siento ese rio fluir, como la lava,
pesada y lenta, como pasa la vida,
y noto que no estás y te he añorado.

Si vienes algún dia, quizá no me veas,
mimético entre las sombras del techado,
y pases a mi lado, y en un frio banco,
hay un viejo que sueña adormilado.

Pero yo sí te veré, no puede el tiempo
por cruel y mal, que te haya tratado,
borrar el rostro que yo conocí, y miento
si digo que no recuerdo todo, todo,...todo.

Tu cuerpo, tu forma de andar y el brillo claro,
de tus ojos cuando al verme sonries
disimulas, como si no te importara,
y se te alegra el alma, con descaro.

La estación de la vida, nuestra casa
donde pasan los días sin mirarnos,
dos extraños de nuestra propia existencia,
y venimos alguna vez a reencontrarnos.

Quizá es que fuimos tan brutalmente amados,
que el amor acabó por devorarnos,
y hoy somos dos trenes viejos, sin destino,
que prefieren viajar por el pasado.

Cruel irónía, cuando tanto tenemos,
tanto paisaje por ver, por saturarnos,
de tí y de mí, tanto que darnos...
que soñar, que amar hasta caernos muertos.

Voy a parar mi tren, voy a dejarlo,
en tu vieja estación llena de antaño,
voy a buscarte hoy, y nos bajamos
juntos en otro viaje, sin pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario